miércoles, 16 de mayo de 2012



S.O.S. Pingüinos                      


Los pingüinos magallánicos están casi al borde de la extinción, merced a la acción de navíos petroleros, que contaminan el mar con residuos bituminosos.

 Millones de pingüinos han enfermado gravemente.  Más de 50.000 mueren por año como consecuencia de envenenamiento y la inactividad que les produce dicho aceite, al impedirles nadar y buscar alimentación.

 Los pingüinos son símbolo de vida en las islas del sur, en el continente helado de la Antártida y en otras regiones de América del Sur, África y Oceanía.

 De pie, el pingüino erguido camina bamboleante, vestido de riguroso frac; de grueso plumaje y con abundante capa de grasa; su cuerpo está hecho para la vida acuática.  Hábil nadador, el pingüino de la Patagonia, huye del frío.  En otoño va en busca de mejores temperaturas, arribando cual inquieto turista hasta casi las playas de Río de Janeiro.

 A su retorno, luego de navegar miles y miles de kilómetros, amoroso y fiel a su pareja la busca en el mismo lugar en que la dejó e inicia un nuevo ciclo de apareamiento.

 En el nido, el macho y su compañera se turnan 15 días cada uno rigurosamente.  Mientras incuba no ingiere alimento alguno.  su ayuno continúa hasta cuando han nacido los polluelos, que son alimentados opíparamente hasta que ya mozalbetes están preparados para nadar y conseguir su propio alimento.

 El pingüino es un gran marinero.  Permanece en el agua la mayor parte del tiempo.  No es un depredador.  Come solamente lo que necesita.

 Es suficiente un solo barril de aceite en la superficie del mar para que éste contamine varios kilómetros y provoque la desaparición de muchos especímenes.

 En el caso del pingüino, diseñado especialmente para bucear en aguas profundas, cuando sale a respirar y el agua se halla "empetrolada", el aceite se pega a sus plumas, el abrigo térmico deja de funcionar, y comienza una larga agonía.  Ya no puede penetrar al mar en busca de sustento al sentir el frío de agua marina.  Se deja morir de hambre o lo que es peor intoxicado por ingerir el hidrocarburo cuando limpia su plumaje.

 Grupos de investigación se encuentran trabajando para frenar esta matanza inmisericorde.  Se ha propuesto un mayor control de los buques petroleros, pero dada la extensión de las costas los esfuerzos de las autoridades fallan y los actos vandálicos continúan, pese a la acción de unos pocos ilusos que buscan que los recursos biológicos del planeta sigan con vida.

 Esta catástrofe que se produce con los pingüinos, igualmente ocurre con otras especies merced a la contaminación.

 El ser humano, el espécimen más inteligente de la creación, está diezmando la fauna y la flora del hábitat terrestre.  Construye carreteras en la selva y organiza pueblos y ciudades; busca petróleo y minerales y no le importa ni la vida de sus propios congéneres.  Día a día invade territorios de pueblos milenarios, los cuales se encuentran en vías de extinción.  Esos actos perversos son como un bumerang que se volverá contra el mismo ser humano, si así puede llamarse.